La Arena Colonos volverá a vibrar. Este viernes 1 de agosto, a las 20:00 horas, no sólo se escuchará el silbido de las llaves y los gritos del respetable, sino también el eco de una historia que cumple una década: la de Lucha Libre Cancún (LLC), promotora que ha convertido un pequeño rincón de la Supermanzana 89 en un templo del pancracio caribeño.
En rueda de prensa realizada en el restaurante La Parrilla Cancún, Amador Gutiérrez, fundador de la promotora, anunció que el festejo por el décimo aniversario será con una cartelera de cinco combates, donde se conjugan la nostalgia, el espectáculo y el respeto por una tradición que en Cancún ha resistido el embate del turismo exprés y las modas pasajeras.
La batalla estelar será una auténtica guerra de dinastías: Los Hijos de la Calle —Corsario Jr., Tizoc y Rey Espartano— se medirán ante un trío que porta apellidos con historia y peligro: Hijo de LA Park, LA Park Jr. y Black Terror Jr.. Más allá de la rudeza, lo que está en juego es el legado. Y aquí, como en toda buena lucha, los nombres pesan tanto como los puños.
Pero la cereza del pastel será la Gran Final de la Primera Copa Santiago Ortiz Quintal, una justa que rinde homenaje al desaparecido impulsor del deporte en la ciudad. En la lona se verán las caras Ángel de la Muerte y Tiger Fly, dos estilos, dos generaciones, una sola copa.
Y porque el pasado también merece su lugar, la lucha semifinal reunirá a leyendas vivas del cuadrilátero: El Sagrado, quien participó en la primera función de LLC, y Araña Negra, acompañados de Gran Tigre y Axtar. Es el tipo de combate que no se ve todos los días y que debería ser obligatorio para toda nueva generación de fanáticos.
El cartel se completa con un triangular femenil y encuentros de parejas que reunirán a gladiadores locales con invitados nacionales e internacionales, reafirmando el carácter inclusivo y plural de LLC. Porque aquí, lo mismo hay lugar para las estrellas del CMLL o AAA que para los independientes que luchan cada noche por un lugar bajo los reflectores.
Desde su creación en 2015, Lucha Libre Cancún no solo ha sido un semillero de talento, también ha impulsado una causa mayor: que la lucha libre fuera reconocida como Patrimonio Cultural Intangible de Quintana Roo. Y eso, en una tierra donde lo intangible suele venderse como souvenir, es un logro que se celebra con palmas, gritos y máscaras al cielo.
Este viernes, no se trata solo de una función más. Se trata de celebrar a quienes han hecho del ring un espacio de identidad, resistencia y espectáculo. Porque en Cancún también se lucha. Y se lucha bien.