Pina firma la leyenda: España arrasa 3-0 a Alemania y retiene su corona en un día para la historia


Hay momentos que no se anuncian, simplemente se sienten desde la respiración del estadio. El Metropolitano, convertido en un océano rojo y amarillo, sabía que estaba presenciando algo más que una final: era la consolidación de una era. Y España, con la serenidad de quien entiende el peso de su propia historia, volvió a levantar la Nations League con un 3-0 quirúrgico sobre Alemania, un marcador tan rotundo como la personalidad que este equipo ha forjado a pulso.

El partido comenzó con la tensión eléctrica de las finales grandes, esas donde basta un parpadeo para perderse una postal. Esther González encendió al público con dos avisos que obligaron a Ann-Katrin Berger a recordar que las manos también tiemblan en los partidos importantes. Del lado alemán, Anyomi respondió antes del descanso con el único zarpazo que inquietó a Cata Coll. Pero la primera parte, aunque intensa, era apenas la antesala del huracán que venía.

La segunda mitad abrió como se abren las grandes novelas: con una protagonista asomándose en la primera línea. Clàudia Pina, que jugaba como si le hubieran contado que el futuro del futbol español depende de su zurda, rompió el partido con una pared deliciosa con Mariona y un disparo seco, imparable, que levantó al Metropolitano como si alguien hubiera activado un resorte colectivo. Ese gol no sólo destrabó el marcador: desencadenó al monstruo creativo de España.

Y en ese vendaval apareció Vicky López, la joven que hoy ya no pide pista: la conquista. Su jugada individual al 68’ fue danza, coraje y una invitación a imaginar todo lo que vendrá. Zurdazo inapelable y 2-0. A partir de ahí, Alemania dejó de ser Alemania. Y España, siendo España, remató con otro misil de Pina desde fuera del área al 74’, el tipo de gol que convierte el césped en memoria histórica.

Con el pitido final llegaron las lágrimas, los abrazos, las declaraciones que huelen a futuro: Pina feliz por su primer título, Jenni recordando que siguen siendo el mejor equipo del mundo, Alexia hablando de puertas que se abrieron para miles de niñas y niños. Y sí, tiene razón: estas jugadoras ya no sólo ganan, también transforman.

España retiene la Nations League en una noche que se quedará tatuada en las crónicas del fútbol femenino. No sólo ganó: dejó claro que la corona no se defiende, se revalida con juego, con carácter y con esa mezcla tan rara de humildad y ambición que explica por qué este equipo inspira incluso a quienes no entienden de tácticas, pero sí de sueños cumplidos.

Una noche histórica, sin atajos y sin peros. Una noche de España. Una noche de ellas.


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