España pisa otra vez la final y desafía al destino: va por el bicampeonato de la Nations League


España no sólo defiende un título. Defiende un relato: el de una generación que aprendió a ganar y ya no suelta. La Roja femenina volvió a instalarse en la final de la UEFA Women’s Nations League tras despachar a Suecia con un 5-0 global que suena a abuso deportivo, pero sobre todo a confirmación histórica. En Gotemburgo, en un estadio que coreó resistencia nórdica, Alexia Putellas tuvo la última palabra: un golazo que no sólo cerró la eliminatoria, también selló la narrativa de una selección que juega con un hambre distinta.

Suecia llegó al partido con el marcador de ida como lápida sobre los hombros. Necesitaba un gol inmediato y se lanzó con orgullo de equipo herido. Presionó arriba, corrió las bandas, plantó seis jugadoras en línea defensiva para asfixiar el circuito español. El partido, por instantes, fue un examen táctico: posesión contra urgencia. España resistió el arranque helado sin perder la calma; cuando sujetó la pelota, la semifinal dejó de ser épica y volvió a ser lógica.

Las primeras luces ofensivas llegaron desde el balón parado: Mariona por arriba del arco, Paredes rozando el travesaño en un testarazo que llevó silencio a la tribuna sueca. Después, el juego entró en una meseta áspera: España no hallaba fluidez; Suecia corría mucho, pero amenazaba poco. Sólo un disparo tibio a las manos de Cata Coll alcanzó para registrarse en estadística.

El complemento tuvo un guion parecido: cambios para oxigenar, sudor escandinavo para creer, pero cero daño real. Las suecas llenaron el área de cuerpos, no de ocasiones. España, paciente, jugó como quien sabe que el reloj también marca goles. Y cuando el tiempo ya pesaba, apareció la jerarquía: control y disparo de Alexia al 75’. Punto final, punto de autoridad.

Los últimos minutos sólo alcanzaron para dos postales: una atajada de Cata Coll que evitó el gol del honor local y el debut de Clara Serrajordi, 17 años, otro nombre que se suma a la larga reserva de futuro. La Roja ya está en la final. Jugará por coronarse bicampeona. Y si algo ha dejado claro esta selección es que cuando el fútbol la pone en finales, ellas no piden permiso: pasan, golpean y levantan historia.

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