Roberta Burns presenta “Contrabando”: teatro que incomoda, denuncia y reivindica la fuerza de las mujeres


En tiempos donde la violencia parece haberse vuelto parte del paisaje cotidiano, el teatro aún tiene la valentía de mirar de frente lo que muchos prefieren ignorar. Roberta Burns lo hace con “Contrabando”, una obra escrita por Víctor Hugo Rascón Banda a finales de los ochenta, pero que suena peligrosamente vigente en el México de hoy.

La actriz y productora rescata este texto para hablar de lo que el país todavía arrastra: la normalización del narcotráfico, la desigualdad y el peso de una violencia que se cuela hasta en los silencios. “El texto me movió porque habla de una realidad que sigue presente. Aunque duela, el teatro está para eso: para incomodar, para alzar la voz y para mostrar la resiliencia femenina”, afirma Burns, con esa mezcla de firmeza y ternura que sólo da el compromiso genuino.

Bajo la dirección de Fabián Corres, y acompañada por Jorge León, Eileen Yáñez y Azalia Ortiz, la puesta en escena se presenta sábados y domingos en el Teatro Rodolfo Usigli. Burns da vida a Jacinta, una exreina de belleza que encarna el dilema moral de un país fracturado entre el deseo de sobrevivir y la culpa que deja hacerlo a cualquier costo. Jacinta no se victimiza: incomoda. Y en esa incomodidad radica la potencia del personaje.

Rascón Banda escribió “Contrabando” desde la entraña del norte mexicano, cuando la violencia comenzaba a teñir de miedo los caminos. Décadas después, el texto se siente como un eco de lo que no hemos sabido resolver: la impunidad, la desigualdad, la violencia de género, y ese espejo torcido donde la moral se vuelve relativa.

Para Roberta Burns, revivir esta historia es más que un acto escénico; es una postura política. “Necesitamos un teatro que cuestione, que no maquille la realidad, pero que también nos recuerde que las mujeres no sólo sobreviven: resisten, transforman y reconstruyen”, explica.

Con una trayectoria que abarca desde proyectos televisivos como Ellas soy yo, Gloria Trevi y Sed de Venganza, hasta filmes como Dibujando el Cielo y Contraataque, Burns reafirma su apuesta por un arte con propósito. “Contrabando” no es sólo una obra: es un espejo donde el público se ve, aunque a veces preferiría no hacerlo.

Porque en México, como en la vida de Jacinta, el contrabando no sólo pasa por las fronteras. A veces atraviesa el alma.


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