En un país donde la muerte baila al ritmo del mariachi y se pinta en papel picado, Proof decidió rimarle con respeto y poesía. El rapero capitalino —considerado uno de los mejores escritores del género en español— lanza “Papel Picado”, primer sencillo de su próximo EP “Las Calaveritas Literarias”, un homenaje musical al Día de Muertos que mezcla la crudeza del rap con la sensibilidad de las tradiciones mexicanas.
El tema, estrenado el 10 de octubre junto a Tren Lokote y Trafikante de Almas, es una pieza de boombap con alma mexicana: trompetas, violines y versos que suenan a ofrenda. No se trata de un lamento, sino de una reflexión. Proof no rapea desde la tristeza, sino desde la memoria: “habla del dolor de perder, pero también de la belleza de recordar”, dice el propio artista.
En “Papel Picado”, los tres MCs comparten la nostalgia por los que ya no están —abuelos, tíos, amigos—, pero lo hacen sin dramatismo. Más bien, celebran la permanencia de los muertos en los gestos cotidianos, en las historias que se cuentan o en las caminatas nocturnas donde el recuerdo se vuelve compañía.
El mensaje es claro: no hace falta religión para honrar a los ausentes. Basta con mantener viva su huella. Hacer calaveras, pintar murales o escribir rimas también son formas de ofrenda. Y Proof, fiel a su estilo introspectivo, convierte cada barra en un altar personal.
El EP completo “Las Calaveritas Literarias” se lanzará el 31 de octubre e incluirá seis temas con colaboraciones de Tren Lokote y Trafikante de Almas. Cada canción contará con su propio video, reforzando la idea de que este proyecto es tanto auditivo como visual, una experiencia entre lo urbano y lo ritual.
Con más de una década de trayectoria, más de cien canciones y un libro de poesía publicado, Proof —también conocido como Dr. Mahanttan— ha construido un camino sólido en la escena underground mexicana. Su obra combina introspección y crítica social, pero ahora, con “Papel Picado”, se atreve a tocar la frontera más simbólica de todas: la que separa la vida de la muerte.
Porque en el universo de Proof, la muerte no se teme… se rima.