Hay bandas que pasan de moda, y otras que se convierten en parte del pulso emocional de una generación. Thermo, la agrupación tapatía que puso al emo-punk mexicano en el mapa hace dos décadas, anunció el cierre oficial de su gira “Arde en Mí” el próximo 4 de octubre en el Auditorio BB de la Ciudad de México. Y no es cualquier cierre: es el epílogo de una gira que ha sido, más que un tour, una carta de amor a sus raíces, a sus fans y a un disco que marcó época.
Después de casi cinco años de silencio, el fuego volvió a encenderse. En diciembre de 2024, Thermo hizo oficial su regreso con una gira nacional para celebrar los 20 años del álbum que los catapultó a la escena nacional e internacional: “Arde en Mí”. La gira no sólo fue una celebración, sino una reafirmación del poder de una banda que sigue tocando fibras, aún en una industria que cambia más rápido que una canción de TikTok.
En 2024, pasaron por escenarios como el Pepsi Center y el Teatro Diana, pero en 2025 decidieron regresar a lo básico: escenarios pequeños, cercanía física, ese sudor compartido con la audiencia, el “hazlo tú mismo” que siempre ha sido parte de su ADN. El resultado fue una serie de shows intensos, con entradas agotadas en foros como el legendario Multiforo Alicia y el recién parido Fvck Off Room, ambos en la capital del país.
La gira los llevó a 11 ciudades mexicanas, pero también los catapultó nuevamente al circuito latinoamericano. En mayo, tocaron por primera vez en Lima, Perú, y regresaron a Bogotá, Colombia, donde no tocaban desde su mítica presentación en Rock al Parque 2008.
El anuncio del cierre en el Auditorio BB fue un momento cargado de simbolismo. No sólo por ser su ciudad bastión, sino porque será una noche única, con invitados especiales y esa mezcla inconfundible de melancolía y potencia visceral que caracteriza sus shows. Un ritual colectivo de despedida —o tal vez de renacimiento— donde miles de gargantas corearán por última vez himnos que acompañaron amores, pérdidas y adolescencias enteras.
Thermo no sólo está cerrando una gira. Está cerrando un ciclo emocional que compartió con toda una generación que, como ellos, aprendió a arder sin extinguirse.