En el corazón de Cancún, donde la cotidianidad se mezcla con el bullicio del comercio ambulante, el gobierno municipal de Benito Juárez decidió dar un paso tangible hacia la cercanía y el cuidado colectivo. Este martes, la Secretaría Municipal del Bienestar y la Dirección de Salud Municipal desplegaron una Brigada Integral de Salud en el tianguis de la Supermanzana 102, un espacio que es mucho más que un mercado: es un punto de encuentro, de comunidad y sobrevivencia.
Con la complicidad y apoyo de la Unión de Tianguis y Comerciantes Ambulantes del Estado de Quintana Roo, mejor conocidos como “Tianguistas Verdes” y liderados por la secretaria general Paloma Ortega Cuervo, el gobierno instaló un módulo itinerante donde convergen servicios médicos gratuitos y especializados, pensados para atender a quienes muchas veces quedan fuera del radar de la salud pública tradicional.
El director de Salud Municipal, Héctor González Rodríguez, destacó que la brigada es un esfuerzo por acercar la medicina preventiva y el cuidado a la puerta misma de comerciantes y clientes, en un entorno donde las jornadas de trabajo son largas y los recursos, escasos. Los martes y jueves, este módulo se convierte en un oasis para la comunidad: se ofrecen consultas de medicina general y preventiva, orientación nutricional, salud bucal y visual, y pruebas de tamizaje para enfermedades como VIH y sífilis.
Pero la atención va más allá: se realiza monitoreo de presión arterial e índice de masa corporal, además de jornadas de vacunación que incluyen esquemas básicos para niñas y niños, así como vacunas para adultos contra el tétanos, hepatitis y neumococo. Todo, con el objetivo de prevenir y detectar oportunamente enfermedades que muchas veces solo se abordan cuando ya es demasiado tarde.
Esta brigada encarna una política pública con rostro humano, una invitación para mirar la salud desde la proximidad y la empatía, donde cada diagnóstico oportuno es una puerta abierta a la esperanza y al bienestar. En palabras sencillas: cuidar de los cuerpos es cuidar de la comunidad.
Porque en Benito Juárez la salud ya no espera en un hospital, la salud va al encuentro de las personas, en su lugar de trabajo, en su espacio cotidiano. Ese es el camino hacia una ciudad más justa y saludable.