Transforman Ecoliiks y Fundación RCD más de mil Ecoladrillos en ECOmedores Escolares


En el corazón de Santa Cecilia, una comunidad que resiste en medio de la selva del municipio de Solidaridad, algo profundo y hermoso floreció entre risas de niñas y niños. No fue sólo una celebración del Día de la Niña y el Niño: fue también el testimonio de lo que ocurre cuando la sociedad civil decide poner manos a la obra para cambiar la realidad.

Ecoliiks ha hecho de los ecoladrillos una herramienta de transformación social, celebrando este 30 de abril la entrega oficial de cinco ECOmedores construidos con 1,080 ecoladrillos —lo equivalente a 540 kilos de residuos que no terminarán en el mar ni acumulados en el relleno sanitario o en basureros clandestinos; a partir de ahora, ofrecen un espacio cómodo y digno para la comunidad educativa de la escuela primaria Kaxan Na’at, ubicada en dicha localidad.

Esta obra no habría sido posible sin el generoso apoyo de Fundación RCD, ni sin la energía de las personas voluntarias y colaboradores de los hoteles Hard Rock Hotel Riviera Maya y Residence Inn, quienes cambiaron su día habitual por uno en el que la construcción fue símbolo de unión y felicidad para los estudiantes y sus familias.

Pero detrás de estos ECOmedores hay mucho más que infraestructura: hay meses de esfuerzo colectivo. Desde el 13 de diciembre de 2024, fecha en que comenzó la obra, cientos de manos —niñas, niños, jóvenes, trabajadores, activistas y padres y madres de familia— se unieron para recolectar, llenar, acopiar, transportar y ensamblar estos ecoladrillos.

“Cada ecoladrillo es un acto de resistencia. Son plásticos que no se reciclan en nuestra región: envolturas, cubrebocas, popotes, guantes, unicel, globos… basura que nadie quiere. Nosotros la convertimos en ecoladrillos”, explica el equipo de Ecoliiks.

La logística no fue sencilla. Gracias a la organización Positive Legacy y al ecoaliado de Lu’um Composta, quien da resguardo a los ecoladrillos, estos fueron trasladados hasta la escuela. Y lo mejor: esto apenas empieza. La meta es ambiciosa y esperanzadora: duplicar el impacto, replicar la estrategia en más escuelas de Playa del Carmen y Benito Juárez, con el apoyo de Fundación RCD y de todas aquellas personas que entienden que las infancias también se protegen construyendo espacios seguros y sostenibles.

Porque aquí no se trata sólo de ecoladrillos; se trata de construir comunidad, futuro y justicia ambiental. De sumar manos y corazones para que, en el Caribe Mexicano, ningún residuo siga contaminando nuestros ecosistemas y ninguna infancia quede atrás.

¿Te sumas?

Construir futuro requiere algo más que buena voluntad: necesita acción, conciencia y colectividad. Tú también puedes ser parte del próximo ECOmedor Ecoliiks. Contáctanos, recolecta ecoladrillos, difunde, dona. Porque transformar la basura en esperanza, ¡claro que es posible! 

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