Mientras el cielo cancunense se carga de nubes y la amenaza de tormenta vuelve a sentirse en el aire, el Ayuntamiento de Benito Juárez se pone en pie de alerta. La presidenta municipal Ana Paty Peralta anunció un reforzamiento en las estrategias de prevención y atención ante la temporada de huracanes 2025, que se extenderá hasta el 30 de noviembre.
Con una previsión de entre 13 y 17 sistemas tropicales en el Atlántico, Cancún no quiere dejar nada al azar. “Contamos con un estado de fuerza de mil 66 elementos, 267 vehículos, y la participación coordinada de Protección Civil, Bomberos, Servicios Públicos, Siresol, Ecología, la Secretaría de Seguridad Ciudadana, Tránsito y Zofemat”, detalló la alcaldesa durante su mensaje, subrayando que lo más importante es proteger la vida y el patrimonio de las y los benitojuarenses.
Además del equipo humano y técnico, el municipio ha preparado 82 refugios temporales con capacidad para más de 18 mil personas, incluyendo un espacio Pet Friendly para que ningún miembro de la familia se quede atrás. La hotelería organizada también suma esfuerzos, alistando 76 refugios con un aforo superior a los 22 mil huéspedes, en caso de ser necesario.
La estrategia no se queda en el discurso: ya se trabaja a contrarreloj en el desazolve de pozos de absorción, la limpieza de rejillas y alcantarillas, así como en el retiro de desechos que puedan obstruir el flujo pluvial. El objetivo es claro: evitar inundaciones que, cada año, cobran factura en vialidades y colonias vulnerables.
A la par, se realiza la poda de árboles en distintos puntos de la ciudad con apoyo de personal de Servicios Públicos y el Heroico Cuerpo de Bomberos, y se mantiene una comunicación constante con la Comisión Federal de Electricidad (CFE) para la liberación de líneas de alta tensión, muchas veces invadidas por ramas que pueden representar un riesgo mayor en caso de vientos fuertes.
Con estos esfuerzos, el gobierno municipal busca no sólo reaccionar ante las contingencias, sino adelantarse a ellas. En una ciudad que ha aprendido a convivir con la fuerza de la naturaleza, la prevención ya no es una opción: es una responsabilidad compartida.