Rodeado de amor, respeto y cariño, Titán, el último sobreviviente de la generación de binomios caninos que participaron en las heroicas labores de rescate tras el terremoto de 2017 en la Ciudad de México, cerró sus ojos para siempre. A los 14 años, este valiente perro rescatista, nacido en Guanajuato, dejó un legado imborrable que trascendió fronteras, marcando la historia del rescate en México, Estados Unidos y Argentina.
Titán no sólo fue un compañero fiel, sino un verdadero héroe. Junto con su guía y compañero Mauricio Pantoja, Titán formó parte de un equipo que, en conjunto con bomberos y rescatistas de diversas partes del país, logró salvar vidas durante el devastador terremoto del 19 de septiembre de 2017. Fue en la alcaldía de Álvaro Obregón, donde Titán y su equipo rescataron a 26 personas con vida, una hazaña que se mantuvo en el recuerdo de miles de mexicanos. “Es un trabajo conjunto que logró una gran misión, que no hubiera sido posible sin el esfuerzo de todos los que colaboraron”, mencionó Mauricio Pantoja, su compañero inseparable.
A lo largo de su vida, Titán recibió varios reconocimientos, incluida la medalla del Congreso de la Unión, un reconocimiento a su valentía y trabajo incansable. Su legado también quedó marcado en la memoria colectiva de los mexicanos, con fotos, videos y cartas de niños que, en su momento, alentaron al binomio a continuar con su noble tarea de salvar vidas. El cariño de la gente siempre estuvo presente, lo cual motivó aún más su entrega en cada misión.
Sin embargo, como todo héroe, Titán llegó al final de su viaje. Su partida, ocurrida la noche del viernes, dejó una profunda tristeza en todos los que lo conocieron y trabajaron junto a él. "La pérdida es bastante grande. Como cualquier compañero, su partida nos entristece, porque convivimos con él", expresó Otto Francisco Prado, bombero de Guanajuato, quien compartió junto a Titán momentos de riesgo y sacrificio.
Mauricio Pantoja, quien también fue su compañero de vida, mencionó con pesar: “La parte del desapego es difícil, pero hay que saber soltar. Él se merece partir con dignidad, y nosotros, en su nombre, debemos seguir adelante con su legado”. Y así lo hará Pantoja, quien continuará entrenando a nuevos perros rescatistas que pronto tomarán el relevo en las labores de rescate.
A pesar de su partida, Titán no será olvidado. De hecho, algunos ya están promoviendo la creación de una estatua en su honor, similar a la que se erigió para Frida, la perrita de la Marina que también dejó huella en el rescate del 2017. “Titán no es sólo un perro mío, es un perro de todos los mexicanos, de todo Guanajuato”, destacó Pantoja, dejando claro que este fiel compañero siempre será recordado como un héroe nacional.
Titán se ha ido, pero su espíritu sigue vivo en cada rescate, en cada historia contada y en cada vida que salvó. Un perro, un héroe, un amigo que siempre será parte de la historia de México.