En tiempos donde los vecinos sienten que la lluvia cae con más saña sobre ciertas colonias que sobre otras, el alcalde de Benito Juárez, Luis Mendoza, apareció con botas enlodadas y discurso de cercanía en la colonia Moderna, una de las más afectadas por las intensas lluvias del domingo y lunes pasados.
Ahí, entre charcos persistentes y el aroma a drenaje rebasado, supervisó personalmente los trabajos de limpieza, desazolve y saneamiento en calles como Pampas y Santa Anita, donde los vecinos ya casi le ponen nombre a cada inundación. Con el respaldo de la Dirección de Servicios Urbanos, Operación Hidráulica, Protección Civil y el omnipresente programa Blindar BJ 360º, cuadrillas completas se desplegaron para devolverle algo de dignidad al espacio público tras la tormenta.
“Hoy vine aquí a hacer un recorrido total, traje vactors, mucha gente de limpieza, de reordenamiento de la vía pública, estamos entrándole con todo”, dijo Mendoza, mientras señalaba los techos de unidades habitacionales que el agua alcanzó sin pedir permiso. Y no fue solo por la foto: el operativo incluyó maquinaria especializada y brigadas que no solo desazolvaron, sino también pusieron orden donde la lluvia dejó caos.
La escena no solo fue operativa, también tuvo un llamado a la corresponsabilidad ciudadana. El edil pidió a la gente no refugiarse bajo árboles durante tormentas, evitar cruzar encharcamientos en auto y, sobre todo, cuidarse y cuidar a los suyos: “Cuídense, cuídense a las familias, ayúdenme a cuidarlos”.
Y aunque la lluvia no tiene horario ni protocolo, la alcaldía sí. Mendoza recordó que la línea de atención de la Base Blindar BJ 360º (800 0500 225) está activa 24/7 para cualquier emergencia. La promesa: que la próxima tormenta no encuentre a Benito Juárez con los pies descalzos ni las calles inundadas de abandono.
Porque en esta ciudad, cada gota cuenta, pero también cada respuesta.